La ausencia de luz: es muy importante que las botellas se sumerjan en la oscuridad, ya que la luz puede oxidar el vino.
La ausencia de vibraciones: en general, los vinos no están en su mejor momento en un entorno sujeto a vibraciones. Incluso pueden ser muy perjudiciales para los vinos de reposo, que pueden ver deteriorarse su composición química.
La temperatura adecuada: la bodega ideal debe poder almacenar vino entre 10 y 14 ° C.
Humedad bien controlada: de hecho, debe estar entre 55 y 80%, para que el preciado líquido no sea condenado.
Aire sano: el ambiente en el que se almacenan sus botellas debe ser puro. Por lo tanto, los olores fuertes no deben entrar en contacto con el vino y es imperativo conservar su sabor.
Un saludo.
Eddy
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